Adán Augusto, volvió a dejar claro el estilo de protección corporativa que caracteriza a la 4T

Adán Augusto López, el senador morenista señalado como presunto líder del grupo delictivo “La Barredora”, volvió a dejar claro el estilo de protección corporativa que caracteriza a la 4T. En declaraciones recientes, rechazó la posibilidad de investigar al expresidente Andrés Manuel López Obrador por el escándalo de huachicol fiscal en el que están implicados mandos de la Secretaría de Marina, pese a las exigencias de la oposición.

Blindaje político y judicial

La postura de Adán Augusto refleja lo evidente: en MORENA todos se cubren las espaldas. El discurso oficialista minimiza acusaciones graves y se apoya en un poder judicial "Del Acordeon" cooptado que, lejos de buscar justicia, actúa como escudo para los intereses del grupo en el poder. La declaración del senador no solo intenta descartar una investigación, sino que reafirma la impunidad que se vive en torno a las decisiones y actos de quienes han ocupado el poder en la llamada Cuarta Transformación.

La paradoja del discurso lopezobradorista

Resulta irónico —y a la vez indignante— recordar las palabras de López Obrador cuando aún era opositor: sostenía que todo presidente debía ser responsable de los actos de sus secretarios, y que si había corrupción en sus gabinetes era porque el jefe del Ejecutivo estaba enterado o se hacía de la vista gorda. Hoy, ante el escándalo del huachicol fiscal que salpica a la Marina durante su sexenio, la narrativa cambia por completo: “el presidente no tenía por qué estar enterado”.

Conclusión

Así transcurrió todo el sexenio de López Obrador y se repite en el gobierno de Claudia Sheinbaum: con un doble rasero descarado. Miden a los demás con una vara implacable, pero a ellos mismos se colocan en el pedestal de lo “santo” y “honorable”.
Una paradoja tan grotesca que, de no ser trágica, sería digna de risa: jajajaja.