Rosalinda Ávalos esta en PELIGRO DE MUERTE y la 4T complice

Culiacán, Sin.- La denuncia de Rosalinda Ávalos, ex policía investigadora que perdió a sus dos hijos a manos de un integrante del CJNG y que logró frenar la aspiración de este criminal para convertirse en juez del “bienestar” en San Luis Potosí, es un retrato claro de la deformación de la justicia y la seguridad de esta Cuarta Transformación. Todos unos criminales

¿Cómo es posible que un integrante del crimen organizado aspire a un cargo dentro de un sistema que presume de “transformación” y “justicia social”? Peor aún, ¿cómo es posible que, tras ser expuesto, los mismos delincuentes logren denunciar y poner en riesgo de muerte a una madre que lo único que busca es justicia por el asesinato de sus hijos?

1. La justicia como títere político

El sistema judicial de la 4T se ha convertido en una herramienta al servicio del poder y, en muchos casos, de los propios delincuentes. En lugar de blindar a los ciudadanos de bien, se otorga voz y legitimidad a narcos y criminales, que terminan usando las instituciones como plataforma de venganza.

2. Pactos oscuros con el crimen

La narrativa de “abrazos, no balazos” se ha traducido en impunidad y pactos disfrazados, donde los verdaderos afectados —como Rosalinda Ávalos— quedan abandonados, mientras el crimen gana fuerza y espacios de poder. El Estado debería defender al pueblo trabajador, no al pueblo “croquetero” que aplaude todo sin cuestionar, cegado por la propaganda oficial.

3. Un llamado urgente

La vida de Rosalinda corre peligro, y no puede permitirse que el poder judicial, manipulado y debilitado, sea utilizado como un arma de venganza por parte del crimen organizado. Si esto se normaliza, ningún ciudadano estará a salvo.

Conclusión

La 4T no representa justicia ni transformación; se ha convertido en un mecanismo que pacta con narcos y abandona a las víctimas. Rosalinda Ávalos es hoy el emblema de la impunidad que golpea al México real.